Acá somos agiles, y estos equipos producen, que orgullo!, que cracks, etc.. de estas frases y otras vemos alagar a los equipos y seguramente muchos ciertos. Vernos con equipos integrados que generan valor y que constantemente se retan es el sueño de todos y que finalmente contribuimos a que se logren los resultados esperados, aprendamos y encontremos los beneficios que requieren las organizaciones. Sin embargo, hay factores que no dejan dormir a ratos, como “que gentío para generar una pantalla”, “y eso fue lo que sacamos en el Q?” cuanto fue la inversión? Y además del scrum master toda esta gente que hace?. No tenemos que ocultar que la eficiencia y productividad nos inquietan. Vemos crecer células como conejos que se reproducen, lideres y más lideres, scrum y más scrum. y no vemos realmente métricas de desempeño que nos digan que estamos en el camino correcto vs la eficiencia y velocidad organizacional.
El sueño de la entrega continua se va desvaneciendo cuando lo que saca un equipo de 7 personas en un sprint es una validación de un campo, una notificación, un log, etc… y aparece el desarrollador un poco más senior y experimentado y le dice al equipo “bueno eso yo lo hago en un día y hasta en algunas horas” Cayeron en la trampa de la agilidad.
La agilidad, al fomentar la colaboración y la flexibilidad en la toma de decisiones, puede conducir a la holgazanería social si no se gestiona adecuadamente. Algunos pueden aprovecharse de la eficiencia del trabajo en equipo sin comprometerse con el proceso. La falta de compromiso se manifiesta de diversas formas: desde delegar responsabilidades hasta sabotear el progreso general.
La falta de compromiso puede manifestarse de varias maneras: alguien puede simplemente no hacer su parte del trabajo, delegar todas las responsabilidades a otros miembros del equipo o incluso sabotear el progreso general al no seguir los principios y prácticas ágiles. Y bueno, ya vimos que eso no hay scrum que lo mueva, y finalmente los equipos se “acomodan” y las retrospectivas se vuelven que no ponen el elefante en la mesa y todos felices y alabados, reconocidos y la zona de comfort se acoge. En algún contexto observe que ahora el sprint mejor de una semana y que solo una historia por semana para un equipo de 7 personas fue la tapa!! todo sin considerar el “estado del arte y los ofensores de la velocidad que deberían ser los primero”
Para evitar esta forma de holgazanería social en un entorno ágil, es crucial fomentar la responsabilidad individual y la transparencia en todo el equipo. Esto significa establecer expectativas claras sobre quién es responsable de qué tarea, mantener una comunicación abierta sobre el progreso y los desafíos. Acompañar con mecanismos de retroalimentación para abordar cualquier problema de desempeño. Hay que decirse las cosas clarito, el scrum master a trabajar y los que ejercen roles de produc owner o similar y lideres de los equipos en general a poner clarito los retos, metas, y a que los equipos tengan el accountability. El rol del scrum master a evolucionar a entender impedimentos y ofensores de la velocidad para generar valor. Hay que cuidar los equipos si, también dar resultado! “Aprender a Jalar y Soltar”
La agilidad en el trabajo puede ser una herramienta poderosa para la innovación y la eficiencia, pero es importante reconocer los riesgos asociados y tomar medidas proactivas para prevenir la holgazanería social. A veces, trabajar de forma individual puede ser más efectivo que trabajar en equipo. Debemos aprender a distinguir cuándo es necesario cada enfoque y mantenernos alerta para evitar caer en las trampas que pueden surgir en el camino.
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