Se me hace difícil contar la cantidad de veces que he escuchado a alguien lamentarse porque ha sufrido el robo de una de sus ideas. El robo de ideas se manifiesta más frecuentemente de lo que muchos imaginan.
En entornos competitivos, es común que las ideas se compartan y se desarrollen en colaboración. Sin embargo, a veces nos encontramos en situaciones donde nuestras ideas son tomadas por otros y presentadas como propias, lo cual puede ser desalentador y frustrante.
Pues me di a la tarea de buscar si hay un sustento psicológico o es mero manejo de personas que son más sabias políticamente hablando en la organización. ¡Tengan cuidado! Encontré dos personajes:
Ladrones Intencionales: Nuestras opciones para abordar a los individuos tramposos que roban ideas de manera deliberada y consciente son limitadas y elaborar sobre ellos carece de atractivo.
Un problema Psicológico: Se llama criptoamnesia y es una situación que enfrentan personas que cazan ideas para mostrarse y venderse primero que los demás.
Y ¿cómo atacar ambos tipos de personajes?
En un mundo donde el intercambio creativo es esencial, atribuir ideas a sus dueños se convierte en un desafío. Comprender la criptoamnesia y otros fenómenos cognitivos nos proporciona una base para fomentar un ambiente creativo más colaborativo y minimizar malentendidos. Este conocimiento no debería justificar el robo de ideas. Más bien, deberíamos utilizarlo para evitar caer en sus efectos y promover prácticas éticas en el intercambio creativo. Pero como “las paredes oyen” y uno no sabe si está en un comportamiento natural o un problema psicológico, es mejor que tenga sus herramientas para afrontar ese desafío. Creo que uno se puede cansar con algunos personajes que le contesten “fue sin querer queriendo”.
Estas son nuestras armas para atacar este síndrome :
1. Liderazgo transformacional: Este enfoque de liderazgo se centra en inspirar y motivar a los seguidores a alcanzar niveles más altos de desempeño y compromiso, lo que puede ser útil para garantizar que las ideas sean reconocidas y respetadas en un entorno empresarial. 🚀
2. Construir relaciones de confianza: El establecimiento de relaciones sólidas y basadas en la confianza es fundamental. Cuando confiamos en nuestros colegas y superiores, es más probable que se reconozca nuestra autoría y se defiendan nuestras ideas. 🤝
3. Comunicación clara y persuasiva: Presentar nuestras ideas de manera clara, persuasiva y con confianza puede hacer que sea más difícil que otros se atribuyan el mérito. Aprender a articular el valor y la originalidad de nuestras propuestas es fundamental. 💬
4. Crear un ambiente colaborativo: Fomentar un ambiente donde se valore la colaboración y el reconocimiento mutuo puede ser beneficioso. Cuando todos son valorados por sus contribuciones, es menos probable que se roben ideas. 🤝
5. Documentar nuestras contribuciones: Mantener un registro claro y detallado de nuestras contribuciones y logros puede ser útil. Esto puede incluir correos electrónicos, informes o cualquier otra evidencia que respalde nuestras ideas y contribuciones. 📝
Pero el más importante aprenda a identificar cuando “las paredes oyen” y cuando ya se volvió el criptoamnésico para que mejor se cuide de ese personaje.
Al desarrollar estas habilidades y adoptar estas estrategias, podemos aumentar la probabilidad de que nuestras ideas sean reconocidas y respetadas en el entorno empresarial.